martes, 3 de agosto de 2010

Segunda parte del primer capitulo!

Penetró en mí habitación sin apenas hacer ruido y se dirigió hacia mí almohada ignorando que yo estaba observando cada uno de sus movimientos. Cuando llegó, se colocó sobre ella y esparció su diminuto cuerpo intentando abarcar todo el espacio que le era posible. Últimamente, su comportamiento se había vuelto muy extraño desde la última caída lunar, me despertaba por las mañanas y no le volvía a ver hasta bien entrada la noche, si quería conseguir algo como mínimo tenía que hacer que me hablase, pero ni si quiera eso era tarea fácil.

-¿Qué voy a hacer contigo?-le pregunté en un intento de establecer conversación.

Esperé una contestación, un movimiento, lo que fuese para saber que por lo menos no me ignoraba por completo, pero no siempre conseguimos lo que queremos y gasté un tiempo valioso, que no estaba dispuesta a echar a perder. ¿Acaso era tan grave que ni si quiera pretendía escondérmelo? Quise buscar una forma de sonsacarle información sin tener que utilizar mi último recurso. Fui a buscar sangre en el bote de conservas, todo se concentraba en una estratagema muy simple, Clay odiaba la sangre almacenada por la falta de proteínas y de condimentos que la acompañan, pero si era la única forma de que me dirigiese la palabra estaba dispuesta a intentarlo. Disimuladamente, vertí la sangre en un recipiente ondulado y poco profundo, decorado con diferentes tonalidades de rojo. Me senté de nuevo sobre la cama y se lo acerqué, dejándolo a unos centímetros de la almohada.

- ¿A caso no quieres beber sangre?- le pregunté frustrada.

Francamente aquello se estaba convirtiendo en una tortura, el castigo del silencio parece una simple tontería, pero al largo del tiempo puede convertirle a uno en un lunático. ¡Maldito y condenado gato estúpido! ¡Me estaba poniendo de los nervios y ni si quiera tenía intención de contarme nada! ¡Más le valía que no fuese una de sus pruebas malintencionadas de ejercer ``mis habilidades´´ o me las pagaría bien caras! Si bien se trataba de eso, me estaba obligando a usar la persuasión, un ejercicio que resultaría bastante sencillo para cualquiera completamente formado, que en este caso, no era el mío. Pero incluso antes de intentarlo, ya se había levantado y bebido gran parte del contenido. Casi podría apostar la mano sobre el fuego que enseguida notaría la diferencia y que comenzaría a maldecirme por el intercambio, pero ni si quiera se molestó en dirigirme la mirada antes de volver a colocarse sobre la almohada una vez más. Por hoy ya lo había intentado, no quedaba más remedio que esperar a que se pasase por si solo o tener que recurrir a medidas insospechadas.


Maldita sea, olvidé poner el despertador y por si fuera poco a primera hora me tocaba cultura clásica, y por si no hubiese sido suficiente, mi compañera y mejor amiga Alexis me había enviado un mensaje diciendo que se encontraba enferma de bronquitis, lo que significaba que tendría que enfrentarme a los esnob de mi clase, unos ignorantes deseosos destruir sus vidas sirviendo a uno de esos vampiros sin escrúpulos.
De pronto recaí en la cuenta que no hacía mucho había esparcido un rumor que podría utilizar en contra de mi amiguita Amber. Bien, todos sabemos que siempre tenemos una enemiga a la que odiamos a muerte y en este momento, Amber era mi candidata perfecta, nada más y nada menos por su superficialidad. En cierto modo, mi enemistad se la había ganado a pulso, pero su peor jugada fue cuando se convirtió en la Misángelus de mi profesor de cultura, quien no me caía nada bien y que por cierto, acababa de entrar por la puerta.

- Bien. ¿Todo listo? – minuto de silencio- supongo que sí.

Abrió su carpeta y pasó lista sin preguntarnos como hacía habitualmente, al parecer tenía prisa por oír nuestras redacciones, a las cuales todas trataban de los mismo, vampiros, vampiros y más vampiros perfectos y incomparables, para ser concretos, era la única forma de aprobar, hinchar a un vampiro de gloria y alabanzas era su lema.

- Muy bien señorita Samantha, espero que nos deleite con su redacción- dijo con tono de sarcasmo- si es que la ha hecho.

Robert conocía muy bien mi opinión acerca de su especie, objeto de burlas de la mayoría de mis compañeros y el suspenso de la asignatura, cosa que a mí no me importaba, pero que a Brant le destrozaba el alma.

- ¿Qué quiere que le diga? Ya sabe usted lo que pienso, aún mas con el tema de la redacción, , si quiere de verdad una redacción la lleva clara, es una pérdida de tiempo y si quiere los detalles son estos, la política es mezquina y degradante, nuestro único trato con ellos es para esclavizarnos y ser su almacén privado y nuestros derechos quedan reducidos a la nada- acusé en voz alta, para que todos me escuchasen.

Así como la ignorancia da paso a la estupidez, todos mis compañeros rieron a carcajadas, mientras que mi profesor no se dignaba a callarlos.

- Señorita Samantha, desisto en discutir sobre este asunto de nuevo, espero que la próxima vez asienta la cabeza como es debido y deje de pensar en las sandeces que dice sobre nuestra política, modo de vida, todo lo que se ha hecho es por el bien común.- aclaró una vez acalladas las carcajadas.

Bien pues mi no quiere discutir, diré mi última palabra y todo gracias al rumor que extendí, un arma de guerra muy poderosa si se llega a usar como es debido. Si algo he aprendido es que, si no puedes vencerles, utiliza juego sucio.

- Siento mucho decirle que nunca ha comentado nada conmigo de este tema, aún asi, hoy puedo prescindir de ello, no se preocupe si se ha levantado de mal humor al no tener los servicios de Amber, y no me refiero a los alimenticios- me giré y casi podía asegurar que su rostro parecía arder de ira- ¿Verdad preciosa?

Obviamente ya me había metido en un problema de los gordos, estaba segura de que todo no había acabado en una simple mirada de odio y un rostro que echaba fuego. Cogí me maleta y me dirigí hacia la puerta sin molestarme en mirarle a los ojos para asegurarme de que me estaba observando, porque si hay algo que no hay nadie que pueda eludir, es una pequeña presión en el ambiente cuando un vampiro se enfada, hacía que se te helase la sangre.

-Lo sé, al despacho de Brant, no hace falta que me lo digas- dije con tono sarcástico.

7 comentarios:

  1. aun no empezé, epezare maañana!
    Soy la de las movidas de Yohana, que ahora tengo blog tambien! ^^
    Un besoote(K)
    Te sigoo!, espero qe me sigas tu tmbn (L)

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  2. Esta chica los tiene bien puestos, sin duda alguna. Esa chica de la que habla, Amber, es sencillamente repugnante ver a alguien lamiendo culos de esa forma, y perdón por la expresión.
    Haber que le dice Brant...
    Un saludo y ánimo a continuar la historia ^^

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  3. Me gusta tu historia!!!! Te sigo! Pásate por mi blog si quieres, yo tb escribo!

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  4. con lo que ami me gustan las historias de vampiros,que pasada!!

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  5. ¡Me ha enganchado tu historia! Te sigo.
    Me encanta el caracter de la protagonista, no se deja manipular.
    Si tienes tiempo pasate por mi blog.
    Un beso

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  6. vaya la verdad que la historia es muy buena! coincido con Nube, el caracter de la protagonista me gusta mucho. siguela por favor!!!! besos! =)

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